Hoy despedimos a Esperanza.
Las despedidas tienen una parte triste y, en estos casos, una de orgullo. Orgullo de haber compartido esta etapa trabajando contigo.
Los que te conocemos, y hemos formado parte de la familia del Cardenal junto a ti, sabemos que se jubila una gran maestra, una excelente compañera y una bellísima persona.
Enhorabuena Espe, GRACIAS por estos años de dedicación a la enseñanza desde el corazón.