Ayer por la mañana, al entrar al colegio, un cementerio cubierto de telas de araña había ocupado nuestro hall. Quizá las ánimas de la noche junto a algún fantasma travieso estuvieron haciendo de las suyas para sorprender a nuestros peques.
La jornada ha estado llena de actividades terroríficas: almuerzos de miedo, cuentos aterradores, manualidades tétricas... de las cuales han disfrutado todos nuestros "monstruos" tal y como reflejaban sus ojos y sus sonrisas.
